El pasado domingo 23 de abril nos dejo Julio Berriolo. Nos tomo en plena actividad en la Expo
Melilla, con la cooperativa como gran vidriera de la actividad productiva
rural, como a él le gustó siempre que estuviera.
Durante mas de 50 años Julio fue un enorme pilar para la
cooperativa, que supo cuidar, defender y desarrollarla; fiel a su carácter y
moral nunca rehuyo de la responsabilidad de dirigirla.
No nos dejo para siempre, su recuerdo, sus anécdotas y
sus aventuras seguirán acompañándonos. Su abuelo vino muy joven desde su Genova
natal, su familia recalo en Brasil, Julio
nació en Montevideo, y cuando tenia solo 15 años se mudaron definitivamente a
Melilla. Su actitud frente a la vida, los desafíos que encaro, su tesón, y
visión para los negocios siempre lo acompaño, en Melilla y en Brasil, aunque en
el devenir de su vida supo de las buenas y de las malas.
Su carácter de aventurero lo llevo a hacer increíbles experiencias
como la plantación de café en Londrina, pionero
de las exportaciones de peras a Sao Paulo, los trabajos con Holambra,
Portobello, Fragole y con Jumecal en Porto Alegre, enseñando como abrir las
fronteras de nuestra producción.
Su vida fue un constante ir y venir de Melilla a Brasil,
y cada temporada era el inicio de una nueva aventura, dando lugar a un
riquísimo anecdotario con éxitos y fracasos pero todos enmarcados por su enorme espíritu, fuerza moral, trabajo y alegría que se plasmaba en enseñanzas para
quienes lo rodeaban.
Jumecal tuvo el privilegio de contar con él en sus filas,
socio fundador, y líder de la actividad exportadora de la cooperativa. Supo
ponerse al hombro a la cooperativa en varias oportunidades en tiempos
difíciles, un verdadero pionero en la producción y exportación de frutas, Julio
abrió el camino y nos enseño cómo nuestra mejor producción fruticola terminaba en las góndolas de los grandes
supermercados de Sao Paulo y en las centrales mayoristas.
Melilla, 24 de Abril de 2017